En los años 70, la construcción de la carretera Fernando Belaúnde Terry cortó la selva de San Martín, trayendo consigo campesinos inmigrantes que buscaban aprovechar la tierra. Sin embargo, la familia Hoyos reconoció rápidamente los problemas que esto podría causar y decidió tomar acción. La nueva carretera llevó a la tala indiscriminada de árboles y la desaparición de muchas especies, por lo que los hermanos Hoyos crearon el Área de Conservación Privada (ACP) Juningue para proteger la naturaleza.

Las autoridades locales y regionales han demostrado poco interés en la conservación, a pesar de la vulnerabilidad de los suelos de Juningue y su importancia ecológica. Los hermanos Hoyos están enfocados en cuidar este pedazo del departamento de San Martín, que es uno de los lugares con mayor biodiversidad en el planeta. Su objetivo principal es evitar la tala ilegal, la agricultura indiscriminada y la pesca con métodos contaminantes.

Para proteger el bosque, los hermanos Hoyos han construido un vivero permanente con plantas nativas que van sembrando en los linderos de su predio. Aunque ya han ubicado centenares de plantones, creen que aún hay mucho por hacer. Hoyos Salazar sabe que su misión recién empieza y quiere seguir protegiendo el bosque para garantizar un futuro sostenible para todos.